La variabilidad igualmente ejerce una presión en las organizaciones hacia la exposición a los riesgos, por lo tanto, el Apetito al Riesgo (RAF, por sus siglas en inglés: Risk Appetite Framework), se convierte en una herramienta de gestión para la actividad financiera.
Las organizaciones con actividad financiera expuestas a la variabilidad deben definir el RAF de acuerdo con su evaluación interna de los riesgos, teniendo en cuenta el capital, liquidez y ganancias de la entidad y por supuesto a los límites máximos con relación al RAF

El RAF como herramienta permite la toma de decisiones ante los cambios de las variables exógenas que podrían afectar el valor de los activos, pasivos, patrimonio y la rentabilidad de la organización.
El RAF, igualmente es un facilitador para gestionar el Compliance; es decir, cumplir con las mejores prácticas exigidas por los entes reguladores.
El RAF es una herramienta que permite gestionar eficientemente los reportes de riesgo liquidez, crédito, mercado, legal, operativo y lavado de activos.