La banca abierta (open banking) es una práctica de negocio que se basa en el intercambio de datos financieros entre diferentes entidades financieras y empresas relacionadas con previa autorización del cliente. Los datos se comparten de manera estandarizada y segura a través de interfaces de programación de aplicaciones (API).
¿Cuáles son los beneficios para la entidad/empresa que aplique esta práctica?
Las instituciones financieras pueden utilizar datos de otras entidades para conocer el comportamiento de consumo de los usuarios, desarrollar nuevos servicios y mejorar los existentes, lo que puede atraer a más clientes y aumentar la retención.
En cuanto al crédito, la banca abierta es una herramienta que facilita el otorgamiento de productos a poblaciones que no tienen un historial crediticio tradicional. Al compartir datos de manera segura y estandarizada, las instituciones financieras pueden cumplir con las regulaciones que exigen la apertura y el intercambio de datos financieros.
La banca abierta optimiza las operaciones digitales, refuerza la seguridad de los datos financieros en línea y puede cambiar la forma en que las personas interactúan con las instituciones financieras.
Aunque la banca abierta ofrece muchos beneficios, es importante destacar que también plantea innumerables desafíos en términos de seguridad y de privacidad de datos.

¿Qué clase de información y de datos financieros se pueden compartir?
- Identificación del usuario
- Información de riesgo crediticio
- Información de cuentas de ahorros e inversiones
- Historial de transacciones
- Información sobre tarjetas de crédito y débito
- Información de préstamos y créditos
Implementación
La banca abierta es una tendencia global; no obstante, su implementación y alcance varían de un país a otro. Los países que constituyen el Reino Unido y algunos de la Unión Europea, han adoptado el concepto de banca abierta de manera más amplia, y con ello han implementado ciertas regulaciones para facilitar el intercambio de datos financieros. Por otro lado, países como Australia, Canadá, Brasil e India se hallan trabajando y/o explorando la aplicación de esta práctica.
Regulación
La regulación de la banca abierta es fundamental para garantizar la seguridad, la privacidad, la protección, la confidencialidad y la supervisión en el manejo de los datos financieros de los usuarios. Que las regulaciones sean flexibles y adaptables es algo primordial para hacer frente a los rápidos avances tecnológicos, a las cambiantes necesidades de los consumidores y a la industria financiera. Huelga decir que la colaboración entre gobiernos, instituciones financieras y empresas tecnológicas es esencial para desarrollar regulaciones efectivas para la banca abierta.
En suma, la banca abierta ofrece una mayor transparencia sobre los datos financieros del usuario, así como una amplia gama de productos y servicios financieros personalizados. Además, la banca abierta permite que los usuarios tengan acceso a nuevas y mejores formas de financiamiento y crédito, y que puedan hacerse de más opciones para elegir entre diferentes proveedores de servicios financieros.