
Los ciberdelincuentes en la actualidad se han centrado más en las personas, las cuales son el eslabón más vulnerable en la cadena de la seguridad, que en atacar un sistema informático directamente, ya que estos con el avance de la tecnología se han vuelto más robustos, y no solo en procesamiento de información, sino, también en cuanto a la seguridad se refiere.
Por estos días en medios de comunicación hemos escuchado hablar del término hackeo, y de empresas víctimas como EPM y la EPS SANITAS, pues bien, estas dos compañías fueron viralizadas por un software malicioso denominado RANSOMWARE, el cual toma posesión de los archivos ya sean del sistema operativo, bases de datos, ofimática, entre otros, para posteriormente cifrarlos y pedir rescate por la liberación de estos. Ya sea un sistema informático de empresa grande o un PC de hogar, todos podemos ser víctimas, y ni pagando la extorsión garantiza que los ciberdelincuentes nos devuelvan los archivos
Un RANSOMWARE difícilmente puede ser introducido por un ciberdelincuente desde el exterior de un sistema informático, es allí donde este apoya de diferentes artimañas para persuadir el punto más débil y difundir con posibles miedos a descargar y ejecutar desde el interior estos programas maliciosos. Todos hemos recibido en nuestros correos, mensajes de texto, redes sociales, etc, mensajes que hacen alusión a que somos requeridos por la policía, fiscalía, etc, movimientos sospechosos de nuestras cuentas bancarias, supuestas fotos donde aparecemos, y cualquier cosa que llame la atención de las personas para que estas descarguen archivos o entren a enlaces de páginas ficticias.

La mejor forma de protegernos es mantener los sistemas actualizados, ser muy precavidos con lo que descargamos de internet y no creer en supuestos, que llegan por las redes, al fin, el que nada debe, nada teme, y sobre todo desconfiar de los adjuntos y enlaces.